agosto 21, 2023
El Salvador es el país más pequeño de Centroamérica, con costa en el Pacífico y dos cadenas montañosas paralelas. Las condiciones climáticas y geográficas de El Salvador han propiciado el afán de muchas generaciones de caficultores en seis regiones productoras.
Cultivado desde principios del siglo XIX, el café ha formado parte de la trayectoria de muchas familias salvadoreñas, y muchos caficultores modernos de 4ª o 5ª generación continúan su legado familiar. Durante muchos años, el café fue uno de los principales productos de exportación de El Salvador; sin embargo, los efectos negativos del clima han reducido drásticamente la producción del país, haciendo que el café que llega al mercado sea mucho más valioso. Los caficultores salvadoreños han centrado gran parte de sus esfuerzos en la comercialización y venta de cafés especiales y en el cultivo de variedades apreciadas como Pacamara, Bourbon y Pacas.



En los últimos años, se ha hecho un esfuerzo por revitalizar la industria cafetera salvadoreña, mejorando el rendimiento y los beneficios de los caficultores mediante inversiones del gobierno, la industria y las organizaciones sin ánimo de lucro en programas y otros mecanismos de apoyo. Las explotaciones de café de El Salvador también tienen un inmenso valor más allá de la mera producción de café, con explotaciones de estilo agroforestal que preservan las tierras forestales, fomentan la biodiversidad y secuestran carbono.
La empresa hermana de Westrock, Falcon Coffees, ha apoyado a los caficultores salvadoreños mediante la compra de cafés certificados. Estas ventas de cafés especiales han permitido a Falcon financiar becas de agronomía para que 3 agricultores asistan a la Escuela de Campo RENACER, situada en la región noroeste del país. En 2023, RENACER recibió el Premio a la Sostenibilidad de la Asociación de Cafés Especiales (SCA), en reconocimiento a la escuela por su destacada labor de formación de agricultores en técnicas agrícolas asequibles y sostenibles.

Más allá del cultivo del café, El Salvador también tiene una floreciente cultura cafetera. En 2011, el barista salvadoreño Alejandro Méndez se llevó a casa el título de barista más alto posible y fue coronado Campeón Mundial de Baristas.
Para ser un país tan pequeño, El Salvador ha demostrado su enorme pasión por el café, superando retos para producir un café de calidad reconocida mundialmente, baristas con talento y distinguidas escuelas de café.
Nuestros expertos sensoriales suelen encontrar un cuerpo pesado y una dulzura similar a la miel, combinados con un final suave, para equilibrar las mezclas con mayor acidez con cafés de El Salvador. Aportan mucho cuerpo y suavidad a la mezcla, pero también proporcionan una taza suave y equilibrada cuando se utilizan como origen único. El café salvadoreño combina perfectamente con una quesadilla (¡no un delicioso bocadillo de queso, sino un pastel tradicional salvadoreño!)

