noviembre 18, 2024
Al pensar en el café de Centroamérica, para muchos, Costa Rica es uno de los primeros nombres que vienen a la mente. Esto es notable, ya que Costa Rica produce mucho menos que sus vecinos centroamericanos, Honduras, Guatemala y Nicaragua. El reconocimiento que Costa Rica ha desarrollado ha impulsado el interés internacional tanto en el paisaje costarricense como en el café que produce.


Costa Rica es un lugar ideal tanto para la producción de café como para las vacaciones, gracias a su clima tropical durante todo el año, playas, montañas y una flora y fauna diversa. Si bien el país representa menos del 0,03 % de la superficie terrestre, ¡Costa Rica alberga el 5 % de la biodiversidad mundial! Su exuberante paisaje permite la producción de café en ocho regiones diferentes, con café de la más alta calidad proveniente de altitudes que oscilan entre los 1200 y los 1700 metros (3900 y 5500 pies).

El café llegó a Costa Rica a finales del siglo XVIII y los costarricenses descubrieron rápidamente su perfecta adaptación al paisaje. La producción de café comenzó a florecer y Costa Rica se convirtió en el primer país centroamericano en desarrollar una floreciente industria cafetalera. A mediados del siglo XIX, el gobierno costarricense distribuyó semillas de café a los agricultores para fomentar la adopción generalizada del cultivo del café y desarrollar la industria agrícola del país tras declarar su independencia de España. Durante muchos años, el café fue el principal producto de exportación agrícola, lo que transformó la economía costarricense y permitió la modernización del país. Sin embargo, la dependencia del país de la industria cafetera y la volatilidad de los precios mundiales del café alcanzaron su punto álgido en la década de 1950, cuando los precios mundiales del café cayeron y los cafetos costarricenses se vieron afectados por plagas y enfermedades. La industria cafetalera costarricense se ha recuperado desde entonces; sin embargo, el café ya no es un pilar fundamental de la economía del país.

Como país productor de café en menor cantidad que otros países de Centroamérica y Sudamérica, Costa Rica ha tenido que diferenciarse de otras maneras. El panorama cafetalero actual en Costa Rica se centra más en el cultivo y procesamiento de microlotes de especialidad de mayor calidad. Estos lotes más pequeños no solo permiten un cuidado riguroso en cada etapa de la producción, sino que también brindan a los compradores de café verde trazabilidad hasta el nivel de finca o parcela, algo mucho más difícil de lograr con grandes cantidades de café comercial. El movimiento de microlotes también incentivó a los caficultores a experimentar e intentar diferenciar su café de los demás. Esta experimentación ha impulsado el auge del procesamiento del café con el método honey. Al procesar el café con este método, se retira la cereza del grano, pero el mucílago pegajoso se deja secar antes de retirarlo, lo que le otorga al café sabores matizados y afrutados.
En Westrock Coffee, a nuestros expertos en sabores les encanta el café de Costa Rica por sus notas de albaricoque, chocolate, melaza y miel.