junio 12, 2024
Limitando con dos países productores de café bien establecidos, Perú y Brasil, se encuentra Bolivia, uno de los dos países sin salida al mar de Sudamérica con una industria de producción de café pequeña pero centrada en la calidad. Bolivia se extiende a lo largo de la línea ecuatorial y contiene una parte de la cordillera de los Andes, la cuenca del Amazonas y comparte el lago Titicaca con Perú. Esta composición geográfica diversa confiere al país muchos paisajes hermosos y variados que hacen posible la producción de café, pero logísticamente problemática. Las montañas, unidas a la falta de infraestructuras viarias, dificultan el transporte interno y la falta de acceso al mar encarece el transporte marítimo. A pesar de estos retos, los bolivianos se han adaptado para hacerse un hueco en el mercado mundial del café.


El cultivo del café en Bolivia comenzó a finalesdel siglo XVIII y fue introducido por los colonos españoles coloniales. Se plantó por primera vez en los Yungas, una zona situada a lo largo de la vertiente oriental de la cordillera de los Andes, y fue cultivado por indígenas bolivianos que eran explotados mediante la servidumbre por deudas. Durante esta época de producción de café, el país producía volúmenes muy pequeños, de los cuales la mayor parte se exportaba y el resto lo consumían los miembros adinerados de la sociedad boliviana. La producción de café aumentó en la década de 1920, pero no fue hasta la Revolución Nacional Boliviana de 1952 cuando los grupos indígenas fueron liberados y pudieron poseer y cultivar sus propias tierras. Desde entonces, se han formado grupos de agricultores, cooperativas y organizaciones para apoyar a los caficultores bolivianos, haciendo que la industria se centre en aumentar la calidad del café.

La atención prestada al cultivo y procesamiento de café de alta calidad alcanzó su punto álgido en 2004, cuando la Taza de la Excelencia llegó a Bolivia. La Taza de la Excelencia destacó las cualidades especiales de los cafés bolivianos ante los entusiastas del café nacionales e internacionales. En ciudades bolivianas como La Paz y Santa Cruz, han surgido tostadores de café especiales y cafeterías para satisfacer la demanda local de bebidas de café de calidad.

En la actualidad, Bolivia es el 38º país productor de café del mundo, y el 95% de la producción sigue centrándose en la región de los Yungas. Alrededor del 95% del café que se cultiva en el país lo hacen pequeños agricultores en parcelas de entre 1 y 8 hectáreas. Estos agricultores se centran en promover el café especial en parcelas de estilo agroforestal, consolidando a Bolivia como una pequeña, pero valiosa, fuente de delicioso café de alta calidad.

Si tienes la oportunidad de probar el café boliviano por ti mismo, los expertos en sabor de Westrock Coffee sugieren que busques notas de naranja sanguina, florales, albaricoque, caramelo y caramelo de mantequilla.